Miguel Ángel hizo una parada en su día para visitar a su colaborador de relojes desde hace mucho tiempo, Audemars Piguet, en su exclusiva sede en Le Brassus, en el corazón de las montañas suizas del Jura, a unos 60 minutos de Ginebra.
Habían pasado varios años desde su último viaje, por lo que aprovechó la oportunidad para visitar los nuevos fantásticos talleres y el museo privado, que tiene muchos bonitos relojes y de valor incalculable, el primero creado en 1875. Después de conocer a algunos de los artesanos que se encargan de mantener a estos clásicos, Miguel Ángel y otros invitados, pudieron disfrutar de un almuerzo en la casa de la señora Jasmine Audemars, que todavía sigue siendo una de los propietarias de las familias fundadoras de la compañía.
Junto con otros AP Embajadores de la Marca, Bernd Wiesberger y Andy Sullivan, los profesionales y otros huéspedes fueron invitados a una master class por parte los fabricantes del reloj y luego se pusieron a trabajar ellos mismos tratando de decorar y ensamblar un mecanismo de relojería. Algo que requiere una cantidad considerable de paciencia y mucha habilidad.
Por último, los Embajadores de AP fueron retados por el CEO de la marca y un entusiasta del golf, François-Henry Bennahmias, tratando de alcanzar blancos de tiro con arco desde la terraza de la sede en un campo cercano, con las increíbles vistas panorámicas del valle como telón de fondo.
Los medios de comunicación tuvieron entonces la oportunidad de formular sus preguntas a Miguel Ángel, después de lo cual, Audemars Piguet dispuso un helicóptero para que los profesionales volaran desde el Vallée de Joux a la montaña para Crans-sur-Sierre para su siguiente parada en el calendario de torneos del Circuito Europeo, el Masters europeos.
Un día fascinante!